sábado, 11 de abril de 2015

estereotipias: definiciones importantes

Estereotipias y autismo, para saber más

  Las estereotipias son movimientos no propositivos (sin sentido, sin propósito o sin finalidad concreta) y repetitivos, que siguen un repertorio particular propio de cada individuo y que se presentan bajo un patrón temporal variable, transitorias o persistentes, ocurren en algunos niños con TEA y también con otros cuadros (Trastorno por movimientos estereotipados, TDAH, niños sin problema específico alguno, etc.) (Zinner SH et al, 2010).

Los movimientos estereotipados presentan otras características:
  • Ocurren solamente en vigilia, es decir mientras el niño está despierto
  • Su duración es variable
  • Recurren
  • Pueden cesar si se distrae al niño, se proporciona algún estímulo sensorial o se le cambia de actividad.
Los movimientos estereotipados son clasificados de la siguiente forma:
  
Primarias: cuando son la manifestación única presente en un individuo.

 Secundarias: cuando forman parte de un trastorno del neurodesarrollo o de defectos sensoriales (Eirís-Puñal J, 2014).

Pueden originarse por diversidad de factores, entre los más relevantes podemos mencionar los siguientes:



Sobreexigencia: Se demanda al niño la realización de actividades que van más allá de sus capacidades o de su disponibilidad actual (la del momento preciso). La respuesta es buscar un equilibrio compensador que puede encontrarlo en la realización de movimientos estereotipados.

Exceso de estímulos: Se relaciona con la sobreexigencia pero en este caso se refiere al manejo de estímulos sensoriales excesivos o que sobrepasan un determinado umbral de tolerancia: ruidos, acúmulos de personas, luces, etc.
Nuevamente el niño encuentra el equilibrio realizando movimientos estereotipados.


Falta de estímulos: El factor contrario al exceso de estímulos también puede relacionarse con la presentación de movimientos estereotipados, es decir la falta de estimulación necesaria y suficiente que conduce al aburrimiento. El niño encuentra el estímulo deficitario en la realización de movimientos estereotipados.

Dolor: El dolor puede conducir también a la presentación de movimientos estereotipados, algunos violentos (golpes en la cabeza u otro tipo de conducta autolesiva). Estas autolesiones activa el sistema de las betaendorfinas que producen sensaciones placenteras en el sujeto y le devuelven, en cierta forma, su equilibrio interno. Puede buscar esta alternativa (autolesiva) ante excesos de estímulos y sobreexigencia.



Cuando se producen alteraciones o falta de desarrollo de estas vías, el somatograma se desintegra y aparecen los movimientos estereotipados.


¿Tienen alguna funcionalidad las estereotipias?
El hecho de carecer de propósito (funcionalidad) es, precisamente, lo que las constituye en estereotipias. Si tuviesen algún sentido positivo entonces dejarían de ser movimientos estereotipados, esto desde la perspectiva de la funcionalidad, sin embargo para el niño que las presenta las estereotipias son la forma en la que recupera su equilibrio interno u obtienen la estimulación necesaria frente a diversas situaciones o exigencias, claro que es una forma no apropiada pero que cumple con una finalidad en su caso. El tema es que deben ser abordadas porque no son una vía apropiada de expresión, pueden llegar a ensimismar mucho al niño que las presenta contribuyendo a su aislamiento, no tienen sentido en relación a aprendizaje y pueden ser substituidas por conductas más apropiadas aunque esto implica un proceso lento, no siempre exitoso pero necesario de emprender.

¿Pueden usarse medicamentos para disminuir las conductas estereotipadas?
Muchas veces se recurre a los inhibidores de la recaptación de serotonina como tratamiento farmacológico para movimientos estereotipados muy discapacitantes o que conducen a aislamiento extremo. También se ha recomendado los neurolépticos atípicos, inhibidores de recaptación de serotonina y n-aceltiscisteína para las conductas autolesivas. Frente a esto hay dos aspectos a tomar en cuenta:
  1. Las estereotipias pueden ser persistentes (toda la vida) y solamente cambian de una modalidad de presentación a otra. No podemos entonces plantearnos la salida farmacológica como alternativa definitiva porque implicaría la medicación por períodos prolongados de tiempo (algo no recomendado en niños en general).
  2. Cada situación en la que se presenten movimientos estereotipados debe ser analizada a fin de tratar de descubrir los factores precipitantes de las mismas y las alternativas de intervención conductual que permitan substituir un patrón de conducta no apropiado por otro más apropiado o funcional.

¿Debemos dejar que los niños con TEA hagan movimientos estereotipados si esto les devuelve su equilibrio interno?
No. Lo que debemos hacer es analizar los factores que contribuyan al aparecimiento de estos movimientos para descubrir el punto exacto de intervención que permita disminuirlos, substituirlos por otra conducta apropiada o eliminarlos.


Análisis de la situación en la que se presentan movimientos estereotipados
En el análisis de la situación lo que se trata es de responder a algunas preguntas que pueden orientarnos sobre las medidas más precisas que podemos tomar:
¿Qué ocurrió?
¿Por qué ocurrió?
¿Qué estaba haciendo cuando ocurrió? ¿A qué hora ocurrió?
¿Cuál era el nivel de supervisión cuando esto ocurrió?
¿Cuál era el nivel de estimulación cuando esto ocurrió?
¿Qué medidas de intervención se tomaron?
¿Qué éxito produjeron esas medidas?
Intervenciones sugeridas
La conducta a seguir depende del análisis de la situación que realizamos. Algunas medidas generales que podemos tomar dependen del factor que hemos descubierto como factor de fondo de las estereotipias:

Sobreexigencia: Disminuir la presión de la exigencia adaptándola a sus capacidades-posibilidades o a su disposición.

Exceso de estímulos: Apartarle del ambiente que resulta sobreexitante
Proveer un estímulo compensador (caricias, sonidos, movimiento, etc.).

Falta de estímulos: Enriquecer con estímulos apropiados el ambiente.
Apartarle del ambiente poco estimulante.

Dolor: Detectar la fuente del dolor (las principales suelen ser oídos, diente, reflujo, estreñimiento, infecciones urinarias y dolores articulares) y tratarlo de manera específica.Proveer otros estímulos.


Bibliografía:
  1. Comin, Daniel. ¿Qué debo hacer para eliminar las estereotipias de mi hijo con autismo? Autismo Diario, 2014 . autismodiario.org/2014/08/21/que-debo-hacer-para-eliminar-las-estereotipias-de-mi-hijo-con-autismo/
  2. Eirís-Puñal J. Trastornos motores en los trastornos del neurodesarrollo: tics y estereotipias. Revista de Neurología 2014; 58(suplemento 1): S77-S82.
  3. Muñoz-Yunta JA, Palau-Baduell M, et al. Revista de Neurología 2005; 41 (Suplemento 1): S139-S147
  4. Zinner SH, Mink JW. Tics and setereotyples. Pediatrics Reviews 2010; 31: 233-33.

Artículo escrito por:
Carlos E. Orellana Ayala – Neuropediatra

http://autismodiario.org/2014/09/23/estereotipias-y-autismo-para-saber-mas/




 

 

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