sábado, 31 de enero de 2015

TM, comportamiento cotidiano e interacciones sociales

El déficit en Teoría de la mente de las personas con autismo puede manifestarse en su comportamiento cotidiano y en sus interacciones sociales.

Baron-Cohen y Howlin, señalan algunas categorías:

. Falta de reconocimiento hacia los sentimientos de otras personas
. Dificultad para tener en cuenta lo que las personas conocen
. Lectura diferente de intenciones
. Dificultad para intepretar el nivel de interés del oyente respecto del propio discurso
. Dificultad para anticipar lo que los demás pudieran pensar sobre las propias acciones
. Dificultad para comprender malentendidos
. Dificultad para engañar o comprender el engaño
. Dificultad para comprender los motivos subyacentes a las acciones de las personas


En la escuela...

La presencia de estas alteraciones genera aislamiento y conflictos con sus compañeros. Con frecuencia son víctimas de rechazo, burlas e incluso violencia, a veces conformando un Bullying.Esto permite que en nuestro alumno aumente su ansiedad y decrezca de manera significativa su autoestima. Aquí la importancia de poder brindar apoyos oportunos, adecuados y significativos.

“En el campo educativo la Teoría de la Mente constituye una vía potencialmente muy fecunda de indagación. Se nos presenta como un reto el atender esta temática en la escuela. La investigación en contextos escolares se hace necesaria a los fines de estudiar la importancia de las capacidades mentalistas y la inteligencia interpersonal, emocional o social en la intervención pedagógica. Afectividad, emociones, relaciones intersubjetivas y construcción de significados compartidos entretejen la trama en la que las prácticas educativas se despliegan. El desafío para los distintos actores involucrados en el contexto escolar es el de ponderar la influencia de estos aspectos cálidos de la cognición a la hora de comprender los fenómenos educativos.”

Acerca de la Teoría de la Mente y los afectos...


“..la deficiencia social a que da lugar la limitación para atribuir estados mentales, no es una deficiencia global, puesto que no todas las interacciones dependen de ella. La formación de vínculos emocionales no tiene por qué verse afectada, aunque sí se altera la capacidad de empatizar con los estados mentales de los demás. Esto significa que las personas con autismo sí pueden sentir afecto por diferentes personas, pero la calidad de la interacción tiene características diferentes.” (Sigman y Capps)